La obesidad consiste en tener una cantidad excesiva de grasa corporal. La obesidad no es sólo un problema estético, es un problema médico que aumenta tu riesgo de enfermedades y problemas de salud

¿Cómo saber si sufres de obesidad?

Los expertos utilizan una fórmula llamada Índice de Masa Corporal (IMC) para determinar si una persona tiene sobrepeso. El IMC calcula su nivel de grasa corporal con base en su estatura y peso [Peso (en kg)÷ (estatura en metros)2

  • Un IMC de 18.5 a 24.9 se considera normal.
  • Los adultos con un IMC de 25 a 29.9 se consideran con sobrepeso.
  • Los adultos con un IMC de 30 a 39.9 se consideran obesos.
  • Los adultos con un IMC superior o igual a 40 se consideran extremadamente obesos.
  • Se considera que cualquier persona con más de 100 libras (45 kilogramos) de sobrepeso sufre de obesidad mórbida.

Sin embargo, el IMC no mide directamente la grasa corporal, por lo que algunas personas, como los atletas musculosos, pueden tener un IMC en la categoría de obesidad aunque no tengan exceso de grasa corporal.

El riesgo de muchos problemas de salud es mayor para los adultos que tienen grasa corporal en exceso y que encajan dentro de los grupos con sobrepeso.

Causas de la obesidad

Aunque existen influencias genéticas, conductuales, metabólicas y hormonales en el peso corporal, la obesidad ocurre cuando se ingieren más calorías de las que se queman con el ejercicio y las actividades diarias normales. El cuerpo almacena ese exceso de calorías en forma de grasa.

  • Herencia e influencias familiares: Los genes que heredas de tus padres pueden afectar la cantidad de grasa corporal que almacenas y dónde se distribuye esa grasa. La genética también puede jugar un papel importante en la eficiencia con la que tu cuerpo convierte los alimentos en energía, en la forma en que tu cuerpo regula tu apetito y en la forma en que tu cuerpo quema calorías durante el ejercicio. La obesidad tiende a presentarse en toda la familia. Eso no es solo por los genes que comparten. Los miembros de la familia también tienden a compartir hábitos alimenticios y de actividad similares.
  • Dieta no saludable: Una dieta con muchas calorías, con mucha comida rápida, bebidas altamente calóricas y con porciones demasiado grandes, pero pocas frutas y vegetales contribuye al aumento de peso.
  • Calorías líquidas: Las personas pueden beber muchas calorías sin sentirse satisfechas, especialmente las calorías provenientes del alcohol. Otras bebidas altas en calorías, como los refrescos azucarados, pueden contribuir a un aumento significativo de peso.
  • Inactividad: Si tienes un estilo de vida sedentario, es muy fácil que todos los días ingieras más calorías de las que quemas cuando haces ejercicio y realizas actividades cotidianas normales.
  • Ciertas enfermedades y medicamentos: En algunas personas, la obesidad puede tener una causa médica, como el síndrome de Prader-Willi, el síndrome de Cushing u otros trastornos. Los problemas médicos, como la artritis, también pueden hacer disminuir la actividad física, lo que puede provocar el aumento de peso.
  • Edad: La obesidad puede ocurrir a cualquier edad, incluso, en niños pequeños. Sin embargo, a medida que envejeces, los cambios hormonales y un estilo de vida menos activo aumentan el riesgo de padecer obesidad.
  • Embarazo: El aumento de peso es común durante el embarazo. Para algunas mujeres, después del nacimiento del bebé, es difícil perder ese peso que aumentaron. Ese aumento de peso puede contribuir al desarrollo de la obesidad en las mujeres.
  • Dejar de fumar: Con frecuencia, dejar de fumar está asociado con el aumento de peso. Y para algunas personas, puede llevar a un aumento de peso suficiente para calificar como obesidad. A menudo, esto sucede cuando la gente usa los alimentos para hacer frente a la abstinencia del hábito de fumar. Sin embargo, a largo plazo, dejar de fumar sigue siendo un beneficio mayor para la salud que continuar fumando. El médico te puede ayudar a prevenir el aumento de peso después de dejar de fumar.
  • Falta de sueño: No dormir lo suficiente o hacerlo en exceso puede provocar cambios hormonales que aumentan el apetito. También es posible que sientas ganas de comer alimentos con alto contenido de calorías e hidratos de carbono, que pueden contribuir al aumento de peso.
  • Estrés: Muchos factores externos que afectan el estado de ánimo y bienestar pueden contribuir a la obesidad. Las personas a menudo buscan más alimentos ricos en calorías cuando sufren situaciones estresantes.

Complicaciones

Es más probable que las personas con obesidad manifiesten diversos problemas de salud potencialmente graves, tales como:

  • Enfermedad cardíaca y accidentes cerebrovasculares: La obesidad aumenta las probabilidades de tener hipertensión y niveles anormales de colesterol, que son factores de riesgo para la enfermedad cardíaca y los accidentes cerebrovasculares.
  • Diabetes: La obesidad puede afectar la manera en que el cuerpo usa la insulina para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Esto aumenta el riesgo de resistencia a la insulina y diabetes.
  • Problemas digestivos: La obesidad aumenta la probabilidad de desarrollar acidez estomacal, enfermedad de la vesícula y problemas hepáticos.
  • Problemas ginecológicos y sexuales: La obesidad puede causar infertilidad y períodos irregulares en las mujeres. La obesidad también puede provocar disfunción eréctil en los hombres.
  • Apnea del sueño: Las personas con obesidad son más propensas a tener apnea del sueño, un trastorno potencialmente grave en el que la respiración se detiene y se reanuda en forma repetida durante el sueño.
  • Artrosis: La obesidad aumenta la carga sobre las articulaciones con carga completa del peso corporal, además de facilitar la inflamación dentro del cuerpo. Estos factores pueden ocasionar complicaciones como la artrosis.

La obesidad puede disminuir tu calidad de vida en general.

Otros problemas relacionados con el peso que pueden afectar tu calidad de vida son los siguientes:

  • Depresión
  • Discapacidad
  • Problemas sexuales
  • Vergüenza y culpa
  • Aislamiento social
  • Menor rendimiento en el trabajo

Recomendaciones y prevención

Si tienes riesgo de obesidad, si actualmente tienes sobrepeso o un peso saludable, puedes tomar medidas para evitar el aumento de peso no saludable y los problemas de salud relacionados. No es de extrañar que las medidas para evitar el aumento de peso sean las mismas que para perder peso: ejercicio diario, dieta saludable y el compromiso a largo plazo de controlar lo que comes y bebes.

  • Acude a tú médico y pide apoyo de un nutricionista para que logres tener control sobre tu peso.
  • Haz ejercicio con regularidad.
  • Sigue un plan de alimentación saludable con apoyo de tú médico.
  • Identifica las situaciones que hacen que comas fuera de control para evitarlas.
  • Controla tu peso regularmente. Las personas que se pesan al menos una vez por semana obtienen mejores resultados para evitar el exceso de peso.
  • Respeta tu plan de peso saludable tanto como sea posible.

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